Las duras revelaciones de Raphinha sobre su infancia

En una entrevista a UOL Esporte, el jugador del Barça confiesa que cuando tenía entre 12 y 14 años llegó a pedir comida en la calle «tras pasar 8 o 9 horas fuera de casa para entrenar y algunos me ayudaban pero otros me llamaban vagabundo»

El brasileño asegura que «no me desvié del camino» pero asegura que no fue fácil: «Prometen una forma más fácil de ganar dinero y perdí muchos amigos en el mundo del crimen y el narcotráfico…que eran mejores que yo en el fútbol»

  • redacción

Actualizado a 16/09/2022 07:55 CEST

La historia de Raphinha es la muchos jugadores brasileños que no tuvieron una infancia nada fácil, que crecieron un barrio muy humilde donde no es sencillo evitar dejarse llevar por el mal camino, pero que con su calidad pero sobre todo a base de trabajo, constancia y empeño han conseguido llegar a lo más alto en el mundo del fútbol. 

A sus 25 años y tras brillar en la Premier League con el Leeds United, el nuevo jugador del Barça, que no dudó en pagar 48 millones de euros fijos más 12 variables por él, no esconde todo lo que le costó cumplir su sueño y así lo explica con detalle en una entrevista a ‘UOL Esporte’, donde revela también algunos duros episodios de su infancia y adolescencia. Aunque precisa que «sería injusto decir que he pasado hambre en mi vida y a mis padres nunca les faltó comida en casa», el brasileño sí que confiesa que llegó a pedir en la calle: «Después del entrenamiento, me paraba en la calle y le pedía a la gente que me comprara algo para comer o un refrigerio. Algunas personas me ayudaban, otras me llamaban vagabundo sin rodeos. Y no había nada que hacer, era esperar a que llegara el autobús a casa para poder comer algo. Yo tenía entre 12 y 14 años en ese momento». 

«Algunas personas me ayudaban, otras me llamaban vagabundo sin rodeos»

En este sentido, Raphinha relata que «los recuerdos de mis comienzos son duros, pero quería cumplir mi sueño. Tenía que ir a entrenar a un lugar lejos de casa. Estuve a 8-9 horas de casa. Apenas tenía suficiente dinero para el autobús, no comí nada durante 8-9 horas. No tenía nada para comer».

Más allá de este episodio, el de Porto Alegre también detalla cómo era su vida en Restinga, un barrio de la zona sur de la capital de Río Grande del Sur: «Crecí en una comunidad donde el crimen y el tráfico de drogas eran comunes, pero era fuerte para mantener mi enfoque: ser futbolista. Lograr este objetivo al salir de una comunidad es un gran sacrificio. Pero mi ambición era aún mayor. Ese chicho superó todo esto en su camino al gran escenario. No me desvié. Si hoy hablan de mi ‘magia’ en el fútbol, digo… esta es la verdadera magia». 

«No me desvié. Si hoy hablan de mi ‘magia’ en el fútbol, digo…esta es la verdadera magia»

El extremo del Barça reconoce que no fue sencillo no caer en las malas tentaciones: «Durante mi adolescencia, en mi barrio, aparecieron oportunidades, y hubo muchas. Prometen una forma más fácil de ganar dinero. Y ahí es donde la gente se pierde. Conocí a personas que no tenían un gran enfoque, una familia para sustentarse, estaban perdidos. En momentos como estos, perdí muchos amigos en el mundo del crimen, en el narcotráfico… Amigos que eran mucho mejores que yo en el fútbol, que podría haber estado en un gran club».

El brasileño escribe un artículo explicando las dificultades de su infancia en La Restinga para ‘UOL Esporte’

«Después del entrenamiento, me paraba en la calle y le pedía a la gente que me comprara algo para comer»

Raphael Días Belloli está cumpliendo un sueño en el Barça. Un sueño que se ha tenido que trabajar a fuego lento, superando etapas durísimas de su infancia y evitando tentaciones y opciones que le hubieran hecho, probablemente, descarrilar. El de Porto Alegre, criado en el humilde barrio periférico de La Restinga, ha escrito un artículo para ‘UOL Esporte’ explicando su vida. Y cuenta cosas tan interesantes como desgarradoras.

«Perdí muchos amigos en el mundo del crimen, en el narcotráfico… Amigos que jugaba diez veces mejor que yo y que podrían haber estado en un gran club de fútbol del mundo», explica. Y añade que «tener estos ejemplos cerca fue un factor importante para mantener mi enfoque. Sabía lo que quería desde muy joven: ser futbolista. Lograr este objetivo dejando un barrio es un gran sacrificio. Pero mi ambición era aún mayor. No me desvié. Si hoy hablan de mi ‘magia’ en el fútbol, digo… esta es la verdadera magia».

«Sería injusto decir que he pasado hambre en mi vida porque a mis padres nunca les faltó comida en casa. Aún así, después del entrenamiento, me paraba en la calle y le pedía a la gente que me comprara algo para comer o un refrigerio. Algunas personas me ayudaban, otras me llamaban vagabundo sin rodeos. Y no había nada que hacer, era esperar a que llegara el autobús a casa para poder comer algo. Yo tenía entre 12 y 14 años en ese momento», reconoce.

Tomado de:https://www.mundodeportivo.com/futbol/fc-barcelona/20220915/1001869259/duras-revelaciones-raphinha-sobre-infancia.html

1 comentario

  1. Pobre historia de raphiña pero eso nos demuestras que si queremos algo tenemos que pelairlo que nada es fácil en esta vida a veces parece más fácil el camino fácil robar y drogas.pero ese no es el camino que debemos elegir

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