Mazinho negoció en Sevilla la cesión del interior al equipo verdiblanco y los dos clubs confirmaron el interés.
Al mercado de verano se le están cayendo las últimas hojas de su calendario y los jugadores que tienen su futuro incierto trabajan para aclararlo. Uno de ellos es Rafinha Alcántara. El centrocampista hispano brasileño del FC Barcelona ha convencido plenamente durante la pretemporada a Ernesto Valverde, quien incluso le convocó para enfrentarse al Alavés por delante de Munir, Alcácer, Vermaelen y Samper, que se quedaron en la grada con los lesionados Denis Suárez y Aleñá. Sin embargo, al final no tuvo minutos en esa primera jornada de Liga, una circunstancia que le reafirma en su idea de buscar una salida porque quiere disfrutar del fútbol jugando. Un par de días después, su padre y representante, Mazinho, ya se encontraba ayer en Sevilla negociando la cesión al Betis. RAC1 lo destapó ayer por la tarde.
El club azulgrana y el verdiblanco confirmaron a MD el interés, pero de momento el cambio de aires de Rafinha es complicado porque hay un obstáculo insalvable en la negociación: el Betis pide la cesión, pero el Barça sólo se plantea un traspaso. El club catalán siempre ha sido partidario de la venta de Rafinha porque cree que puede sacar más de 30 millones por él. Otra cesión a sus 25 años es improbable: ya estuvo en el Celta en la temporada 2013-14 y en el Inter desde el pasado mes de enero.
Quique Setién, que como entrenador apuesta por un fútbol muy similar al del Barça, sería el gran valedor de Rafinha, quien se adaptaría rápido a su sistema de juego. El 0-3 encajado por el Betis en la primera jornada ante el Levante también ha evidenciado la necesidad de que lleguen refuerzos al Benito Villamarín.
Rafinha ha sido protagonista de una gran temporada con el Barça. Tras brillar en los tres amistosos de la International Champions Cup disputados en Estados Unidos, fue titular en la Supercopa de España ganada ante el Sevilla en Tánger y en el Trofeo Joan Gamper logró un gran gol ante Boca Juniors. Además, ha sido un jugador que ha ejercido de perfecto anfitrión por su carácter abierto de los recién llegados, como su compatriota Arthur.
Rafinha ya comenzó la pretemporada esperando que el Inter se decidiera a cumplir con la palabra que le dio al Barça, es decir, pagar 35 millones por su fichaje una vez que se cumplió el requisito verbalizado cuando se fue cedido al club italiano: si el equipo se clasificaba para la Champions, como así ocurrió, se lo quedaban en propiedad. El interior, de 25 años, que rindió a un gran nivel pese a que llegó en enero tras nueve meses de baja por una grave de lesión de rodilla, se ganó a la afición, fue alabado por el técnico, pero se abrió el mercado y el Inter firmó al belga Nainggolan, ex de la Roma de 30 años. por 24 millones.
Minutos para volver a Brasil
Hasta las 20 horas del pasado viernes, Rafinha albergó algunas esperanzas de recalar en el propio Inter o quizás en otro club de la Serie A como el Lazio, uno de los interesados junto a la Juventus y a la Fiorentina. Pero se cerró el mercado italiano sin más movimientos.
El internacional brasileño, que no ha entrado en la última lista de Tite, valora la confianza de Valverde, pero sabe que el técnico del Barça no puede garantizarle los minutos que necesita para ser feliz y regresar a su selección.
Dejar una contestacion